“Hacer la revolución no es
ofrecer un banquete, ni pintar un cuadro; no puede ser tan elegante, tan
pausada y fina. Una revolución es una insurrección, un acto de violencia
mediante el cual una clase derroca a otra.”
Presidente Mao-Tse-Tung.
La violencia revolucionaria es
uno de los pocos elementos que posee el pueblo para defenderse del régimen
burgués. Es necesario en primer lugar aclarar que no se está a favor de todo
tipo de violencia, por el contrario, como dice el presidente Mao: “Somos partidarios de la abolición de la
guerra; no deseamos la guerra. Pero la guerra sólo se puede abolir mediante la
guerra. Para acabar con los fusiles, se debe empuñar el fusil.”. Nosotros
somos materialistas, y no solo materialistas, sino que materialistas
dialécticos, por lo cual, por muy mal catalogada que se encuentre la violencia
del pueblo en el régimen burgués, esta ha servido para los cambios históricos
en el mundo, como el paso del régimen feudal al régimen capitalista, la
violencia es parte de la historia. De hecho la historia del mundo se basa en
revoluciones y contrarrevoluciones, en contradicciones antagónicas, un ejemplo
claro de eso es lo que acabamos de mencionar, como el régimen burgués, pudo destruir
el régimen feudal después de cientos de años de reinado, a través de la
violencia, y de la violencia revolucionaria, porque como dice Marx,
efectivamente la burguesía fue revolucionaria en un periodo de tiempo, ya que
en su afán de cambio manifestaba el germen revolucionario para cambiar la estructura
social, es decir de un sistema esclavista a uno feudal de uno feudal a uno burgués
. Esto no va a seguir así para siempre, ya que al entrar en el periodo del
socialismo, y luego del comunismo, las clases sociales se van a ver extintas y
por lo tanto el estado también, ya no habrán clases que oprimir y por ende no
existirá la violencia generalizada. Es por ello que en la actualidad utilizar
la violencia revolucionaria como un método de defensa, para la emancipación del
pueblo es justificado, ya que por toda la opresión, explotación y represión que
vive el pueblo no tiene otra opción que revelarse y no solo la opción sino el
deber de revelarse, y esto solo puede ocurrir
mediante la toma del poder, y esta toma del poder es a través de la
revolución y en la revolución necesariamente se opone violencia revolucionaria
a la violencia reaccionaria.
La violencia en general posee
muchos apellidos, al igual que cualquier concepto práctico. Pero al dividirlo
con un criterio de clase obtenemos dos principales: La violencia reaccionaria y
la violencia revolucionaria. Dado el régimen por el cual nos regimos reina la
violencia reaccionaria llevada a cabo por el estado, y el estado a su vez es
una maquina de opresión de una clase sobre otra, por lo que esto se traduce en
que las clases dominantes en la creación del estado moderno recogieron toda la
violencia que se encontraba repartida en el pueblo, la monopolizaron, la
legalizaron y la legitimaron a través del
Estado, la utilizaron y la siguen
utilizando contra el pueblo, o contra otras naciones. En este caso la violencia
de parte del estado es legal, esta sujeta a “derecho” y por lo tanto está
justificada y legalizada en el inconsciente colectivo de las personas, siendo
una de las violencias más injustas, salvajes y crudas, ya que las luchas,
dentro de los territorios nacionales, son muy desiguales.
La idea central en este artículo
no es legitimar toda la violencia, en ningún caso, no se legitima ni la
violencia individual, ni el de guerras imperialistas, ni mucho menos
establecerla como un fin en si misma, como lo ven la mayoría de los liberales
exacerbados, la pequeña burguesía enfurecida, el izquierdismo, el aventurerismo
revolucionario, y el oportunismo que la
utiliza como una trampa en contra de la masa, para luego criticarla y sacar
provecho político (como lo hacen las costras diligénciales de la CONFECH, la
CUT). Sino que se apela únicamente a la violencia revolucionaria, es decir a la
violencia de masas contra el estado burgués-terrateniente, y ésta en un
principio puede ser utilizada como autodefensa en manifestaciones o
reivindicaciones violentas (atacando a los agentes del estado, no al pueblo) y
en otra etapa superior puede ser utilizada en ofensiva para la conquista total
del poder en manos del pueblo.
El Estado legitima su violencia y
deslegitima la violencia revolucionaria
del pueblo a través de diversos canales, uno de estos canales son los medios de
comunicación de masas, éstos son funcionales al estado, defendiendo sus
intereses (de burgueses y terratenientes), por lo que criminalizan cualquier
manifestación, la utilizan como chivo expiatorio para legitimar la violencia
policial a través del estado, mostrando la violencia por parte de las masas, -que
es la manifestación de la injusticia, de la miseria, de las desigualdades, de
la represión, de la opresión de clase, una violencia completamente política y
revolucionaria,- solo como delincuencia
común, solo como “delincuentes” “inadaptados” “antisociales” “terroristas”,
cayendo en la más vil hipocresía, ya que sabiendo que esta violencia responde a
un contexto social manifestado políticamente, ellos intencionalmente utilizan
calificativos como los mencionados para confundir a la masa y deslegitimar la
manifestación, y muchas veces utilizando fascismo; poniendo a la masa en contra
de la masa, que es uno de los planes preferidos de los distintos gobiernos
burgueses.
Otros que deslegitiman la violencia
y que se hacen llamar “parte del pueblo” son el oportunismo y el revisionismo,
con su clásico discurso burgués de manifestarse pacíficamente sin violencia,
que paradójicamente es lo mismo que dice el gobierno de turno. Esto solo lo hacen
para sacar provecho político y concretar su único fin, las elecciones. Con esto
no hacen más que hacerle el trabajo a los burgueses y al estado, deslegitimando
movilizaciones, echando abajo inmensos movimientos sociales y políticos,
desviando su lucha a las elecciones burguesas, donde el pueblo nunca va a ganar
nada. Éstos no hacen más que ser representantes del estado burgués en las filas
del pueblo.
El estado burgués-terrateniente
chileno actúa de esta forma, y más aún ha tenido un derrotero de acciones
represivas contra la masa, independiente del gobierno, concertación o alianza
(ambos componen la derecha más recalcitrante del país), este derrotero es la
continuación de una ola de represión desde la creación del estado chileno, que en
el ultimo tiempo se han acentuado dado que se extreman las contradicciones
Opresores-Oprimidos. Con Bachelet se promulgo la nueva ley de control de armas,
se acusó a los Mapuche de terrorismo, y se asesino a comuneros Mapuche. Con
Piñera y Hinzpeter se busca criminalizar aún más la protesta, con la crítica
constante a las manifestaciones y al poder judicial (“por no actuar
debidamente”), montajes como el caso bombas encargado al lacayo Fiscal Peña, y
la criminalización de la lucha mapuche y estudiantil. Y ahora último, la
preparación del último montaje que aún nos sale a la luz, donde enviaron al
fiscal peña a la Región de la Araucanía por el tema Mapuche que se planeo desde
su cumbre de seguridad (de represión). Pero sin duda el hecho más duro, y más
fuerte ataque de la reacción, es la ley Hinzpeter, mandada a elaborar por la
cara visible de le represión mas violenta en Chile, el ministro del interior Rodrigo Hinzpeter,
quien actúa como un general nazi en los campos de concentración de Judíos (una
paradoja).
A muchas personas les puede
parecer lejano e irracional el legitimar la violencia revolucionaria, pero, se
puede realizar una analogía micro social para explicar (analogía de otra época
para explicar ésta). En una casa de campo en la época esclavista, un Terrateniente
compra 20 esclavos, y contrata 10 peones, y 2 captases. Los esclavos que representan a la masa más
oprimida, necesitan liberarse porque ya no aguantan más las injusticias y no
van a esperar a que los burgueses erradiquen la esclavitud cuando ellos
quieran, por lo cual se organizan y atacan la casa patronal por la fuerza, los
peones que representan a la pequeña burguesía, dado que igual se encuentran
oprimidos, se dividen, 5 apoyan el
levantamiento de los esclavos y 5 apoyan al terrateniente y lo defienden (que
pueden representar a la fuerza policial), mandados por los capataces que defiende
a muerte al terrateniente, los capataces representarían a la mediana burguesía
que resguarda los intereses del estado, y el terrateniente daría las ordenes de
represión que representaría al estado compuesto por la gran burguesía y terratenientes.
Entonces, ¿parecería “malo” que los esclavos se revelasen? En este caso no, ni
siquiera para la lógica formal, ya que la evolución y revolución en el mundo
han hecho que la esclavitud sea rechazada y que se vea como injusta, a
diferencia de como sucedía en la antigüedad. Aquí ocurre lo mismo, en esta
época solo algunos pueden ver (y otros se hacen los ciegos) el nivel de injusticias, miseria y opresión
que existe sobre las masas y por lo tanto justifican y reivindican la violencia
revolucionaria como una forma de emancipación del pueblo, de romper sus cadenas
de opresión y poder obtener realmente la libertad como en la analogía los
esclavos. Aquí es necesario realizar un alcance; en la época esclavista a los esclavos por lo
menos se les alimentaba para que pudiesen trabajar, en esta época y si un
obrero no encuentra trabajo, se muere de hambre, somos libres para morirnos de
hambre. Como dijo Marx: “Nadie combate la
libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido
siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho
de todos.”
Es de acuerdo a esto que no nos
queda más que apoyar todas las luchas reivindicativas y políticas del pueblo
más pobre y oprimido, lucha legal e ilegal, acciones violentas y no violentas,
teniendo en cuenta que solo mediante la violencia revolucionaria se puede conquistar
el poder. En este contexto apoyamos principalmente a los Obreros, estudiantes
Universitarios y secundarios, y al campesinado Mapuche y no Mapuche que luchan
día a día por su emancipación.
Mientras siga existiendo miseria,
desigualdad, pobreza, opresión y represión habrá violencia revolucionaria. El camino
no son las elecciones, sino la lucha, ya que no se puede jugar un juego en el cual
el contrincante establezca las reglas, porque siempre vamos a perder, para
ganar necesitamos romper sus reglas. Por eso planteamos al igual que los
compañeros del PCP en el Perú:
¡¡¡LA REBELION SE JUSTIFICA!!!
Escuela Política Luis Emilio Recabarren
Estimados, leyendo sus artículos me asalta una duda: ¿dónde está la línea divisoria entre el espontaneísmo y el vandalismo anárquico, y la violencia organizada y revolucionaria de masas?
ResponderEliminarEstimado Pantxo, primero decir que no estamos utilizando el concepto "vandalismo anarquico", ya que puede sonar a concepto burgues. En cuanto al espontaneismo, se puede ligar a masa con diferentes correintes políticas o cuadros en blanco y masa en general, que en un momento de agitación politica puede actuar por la rabia y la conciencia de clase. Ahora hay que diferenciar quien aplica la violencia con un fin politico revolucionario y quien lo hace de forma lumpenesca (donde el lumpen algunas veces se desliga de su clase y es manejado por la burguesía por su falta de conciencia de clase). Lo principal que se destaca, es que la violencia debe ser de MASAS, no individual, ni de unos pocos "iluminados". Y se vuelve violencia organizada y revolucionaria de masas mediante la conducción y dirección, a través del centralismo democrático, Por un partido revolucionario, como el Partido Bolchevique en la URSS y el Partido Comunista Chino en la China (hasta la muerte de Mao).
ResponderEliminarsaludos.
"como el régimen burgués, pudo destruir el régimen feudal después de miles de años de reinado"
ResponderEliminarNO SABIA QUE EL FEUDALISMO REINO POR MILESSSS DE AÑOS...
LO QUE SI DURO MILESSSS DE AÑOS FUE EL ESCLAVISMO Y EL COMUNISMO PRIMITIVO... PERO EL FEUDALISMO CON LAS JUSTAS DURO MIL AÑOS, DEJANDO DE LADO LOS REGAZOS DE ESTE!....
EN FIN, DE TODAS FORMAS, ESTOY DE ACUERDO CON LA VIOLENCIA COMO PARTERA DE LA HISTORIA.
BUEN ARTICULO BRODER! SALUDOS